Twitter sirve para jalear y acosar, dando la cara o detrás de un avatar, bien oculto. Puede ser la más banal de las distracciones, pero también ayuda a saber, en medio del caos posterior a una catástrofe, en qué zonas afectadas ha causado más daño. Además, la red social lo mide con precisión y lo detecta antes de que lleguen los equipos de reconocimiento.
Tras el barullo de las conversaciones